Los demonios de mi armario llaman a su puerta, mientras yo me escondo detrás de su pared
Por, Las Letras del Poeta Ebrio
La inocencia presente en su mirar,
las cenizas de un pasado que no se aleja,
(aunque el viento con su soplo así lo intente),
la sangre que cicatrizó su rostro,
la muerte que me besó,
y me dejó en la ausencia de la nada,
la noche infame que aún sonríe,
las letras incapaces de un tiempo que no regresará
y el temblor de mi labios al pronunciar su nombre
me recuerdan que aún la amo.
La locura, aunque presente, ya no es igual.
Mis sombras: bohemias, taciturnas y compañeras,
aunque tristes eran, yo las quería, y ya no están.
El vacío que aún se dibuja en su rostro,
me dice que ya no es libre.
Las voces implacables, maldicen su poema.
Los demonios de mi armario llaman a su puerta,
mientras yo me escondo detrás de su pared.
Las cosas que no dije,
todo aquello que callé,
la sonrisa de su niñez,
ese olor a inocencia
y las lágrimas que quemaron mi piel
me recuerdan que un pasado,
a una mentira yo amé.
1 Comentario
Excelente, muy elocuente… nostálgico; un soplo de brisa fresca llena de perfumes y remembranzas.